Escribí este texto hace casi un año, cuando una decisión gubernamental empujó a la población a arrasar con todo lo que hubiera en las vitrinas y, conminó a los comerciantes a dar descuentos en determinados productos de "primera necesidad". Lo publico hoy aquí porque -desgraciadamente- no solo no ha perdido vigencia, sino que esta triste y manipuladora historia populista se repite idéntica hoy.
No necesito una moto. Lo que quiero es que todas las que hay en Caracas se bajen de las aceras y no lleven sobre ellas ni niños ni cargas, porque nos ponen a todos en peligro.
No necesito un carro nuevo. Lo que quiero son más autobuses, más aceras, más ciclovías, a ver si vendo el mío y en vez de perder tanto tiempo en el tráfico leo.
No necesito una nevera. Lo que quiero es que las del mercado estén llenas de comida y pueda escoger, no llevar lo que haya.
No necesito una lavadora -aunque la que tengo hace mucho escándalo- Lo que necesito es que cuando vaya a lavar haya agua, luz y jabón.
No necesito un radio. Lo que me hace falta es música sin estridencias, opiniones variopintas, entrevistas respetuosas. Cero insultos. Más música y menos arenga política. Quiero oir otra vez la emisora Cultural de Caracas.
No necesito cadenas. Cuando quiera enterarme de algo prenderé la radio, abriré el periódico, la compu, Twitter o Facebook.
No necesito rebajas a juro, lo que quiero es que haya tanta oferta, tanta sana competencia que los precios bajen solitos.
No necesito un aire acondicionado sino viviendas diseñadas para que entren los vientos alisios y sean ellos quienes se lleven el calor y el ruido.
No necesito unos Nike, ni unos Adidas, en realidad no necesito pagar para ponerme una marca. Son las marcas las que deberían pagarle a la gente para que se las ponga.
No necesito cornetas sino campañas que enseñen a ceder el paso, a pararse donde se debe, a respetar el hombrillo y el semáforo.
No necesito aspiradoras, pintura ni tirro, clamo por aceras limpias y defensas libres de amarillo tráfico.
No necesito flores artificiales ni pinos carísimos que duren un mes. Lo que quiero son parques libres de rejas y plazas lllenas de niños.
No necesito misiones, batallas, gestas, milicias, guerras económicas ni ideológicas, lo que necesito es hablar civil e instituciones fuertes que defiendan nuestros derechos.
Fotografía: Sambil Valencia
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